Artisto: | RKDO CUBA (Español) |
Uzanto: | Ricardo Eber Paco Llusco |
Daŭro: | 150 sekundoj |
Komenca paŭzo: | 12 sekundoj |
Tononoma sistemo: | Ne definita |
Sakra: | |
Komentoj pri tabulaturo: | - |
Buena Fe
Intimidad
D
Quiero que tu boca
F#m
no diga más palabras que no sean,
G
aquellas que parezcan atrevidas,
D
poco me importa si son las obscenas,
Bm
a fin de cuentas yo no soy un ángel
G
y eso no va a quitarte que lo seas,
D
al menos en mi cielo y en mi mundo,
F#m
al menos en mis noches sin estrellas
G
Di todo lo que simplemente sientas
D G A
y olvida ese maldito mundo fuera.
D
Quiero que tus manos
F#m
se embriaguen del olor de mis laderas
G
y bailen una danza de caricias
D
Añade puntaditas, uñas fieras,
Bm
poco me importa si no es lo correcto.
F#m G
Correcto es que lo adoro y tú lo quieras
D
Destierra de tu mente los prejuicios
F#m
de aquellos que se aman como ceras
G
con la teatralidad de las novelas
D
y olvida ese maldito,
G
maldito mundo fuera
A D
En nuestra intimidad,
(1)
A
no quiero ni amigos, ni enemigos
Bm
No más..
A G
No quiero reuniones, convenciones que va
D
sólo te quiero a ti
G F#\D A
y a ese ser tan raro que tengo por mi
D
en nuestra intimidad
A Bm
No quiero un indicio de formalidad
F#m G
ni nada que ate nuestra libertad
F#m
que llegue el placer
Em A
tal y como reclama el instinto animal.
D
Quiero tu cultura
F#m
como a mil años luz de nuestro cuarto
G
y en ese punto cruel del infinito.
D
La mía desde ayer te está esperando,
Bm
supónme incauto e indefenso,
G
esclavo de tu amor, bestializado
D
Te quiero con la fuerza de la tierra,
A
la fuerza de planeta y los astros
G
adonde irremediablemente vamos,
D G
y olvida ese maldito, maldito mundo fuera
A D
en nuestra intimidad
A
no quiero ni amigos, ni enemigos
Bm
No más..
A G
No quiero reuniones, convenciones que va
D
sólo te quiero a ti
G F#\D A
y a ese ser tan raro que tengo por mi
D
en nuestra intimidad
A Bm
No quiero un indicio de formalidad
F#m G
ni nada que ate nuestra libertad
F#m
que llegue el placer
Em A
tal y como reclama el instinto animal.
en nuestra intimidad